viernes, 9 de agosto de 2019

LA AVENTURA DE SER DIRECTORA EN UN COLE

¡Hola a todos!

He creado este blog para plasmar mis reflexiones  en cuento a la vida como parte del Equipo Directivo de un centro escolar de Educación Infantil y Primaria. 

Muchas personas piensan que ser  director o directora de un centro escolar puede ser una de las tareas más fáciles, pero si las personas que ocupan este cargo se implican en su trabajo, puede llegar a  convertirse en una labor muy absorbente y a la que hay que dedicar mucho tiempo. 

La buena marcha de un centro escolar viene determinada por muchos factores y, como uno de los más importantes, podemos destacar la buena convivencia entre todos los miembros de la comunidad educativa. Esto se consigue a base de un gran esfuerzo entre todos, pero sin duda, el ambiente de trabajo entre los docentes es primordial y en el influye en gran medida la impronta del equipo directivo.

En mi opinión, el Equipo Directivo debe estar abierto a las propuestas que surjan y estudiar si es posible su realización, dando explicaciones de las decisiones tomadas.

Al igual que la primera vez que nos ponemos ante una clase echamos mano de las enseñanzas de los maestros de nuestra infancia, recordando su modo de trabajar, cuando nos enfrentamos por primera vez a la dirección de un centro, como es mi caso, tomamos como referencia, personas que hemos conocido y que  han ocupado este cargo.

Tras el paso por diferentes centros he tenido la posibilidad de conocer diferentes directores y directoras, cada uno con su propio estilo

En mi año de funcionaria en practicas trabajé en un centro urbano de tres líneas, casualmente el mismo centro en el que trabajo ahora. Cuando llegué me sorprendió y me agradó la gran organización del Equipo Directivo del momento, provocando en mi una gran seguridad, ya que al ser mi primer destino, era todo nuevo para mi. El director siempre me prestó su ayuda, ya que además de ocupar ese cargo, compartíamos la especialidad de maestros de música, lo que fue para mi de gran ayuda. 

Al curso siguiente tuve mucha suerte, pues ya tenía destino definitivo en un centro de dos líneas con alumnado de procedencia extranjera y de minorías. 
En este centro, me topé con un director muy versátil e implicado ( lo mismo ayudaba a cumplimentar los documentos para las becas a las familias que tenían dificultades, como cambiaba bombillas o limpiaba lo que hiciera falta). 

En estas líneas no se puede definir lo que he aprendido de todas las personas con las que he trabajado y estas breves líneas son sólo un reflejo de ello.

Tras pasar por varios centros, hace cuatro cursos se me presentó la posibilidad de formar parte del equipo directivo de un centro como jefa de estudios y aquí es donde he desarrollado la mayor parte de mi aprendizaje.  En primer lugar, sé que lo tengo difícil, pues mi predecesor  es una persona de 10 y así lo ha demostrado como director. Ha hecho que el trabajo sea más llevadero con su positividad y ayuda constante, siempre dispuesto a escuchar y facilitando un buen ambiente en el centro. 

Afronto mi nueva labor con positividad e ilusión, estando dispuesta a trabajar en todo lo necesario para la buena marcha del centro y tomando como ejemplo a todas aquellas personas con las que me he topado en mi vida laboral. Al fin y al cabo, ser director de un centro es como tener una clase con muchos alumnos, lo que permite incluir cambios en la metodología, hacer del cole un espacio más dinámico, velar por la buena convivencia...

Todos esto no sería posible sin el apoyo de mis compañeros del centro. ¡Formamos un gran equipo!

 

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